Redes sociales

Las redes sociales y su efecto en los trastornos alimentarios

Las redes sociales se han hecho un hueco en todas las aulas, mesas y lugares de trabajo. Ya sean utilizadas por niños, adolescentes o adultos, todo el mundo parece tener una gran presencia en el mundo de las redes sociales. Con una amplia gama de plataformas de medios sociales utilizadas entre todos los grupos de edad, incluyendo Instagram, Facebook, Snapchat y Twitter, puede ser cada vez más difícil escapar de las presiones e influencias de los medios sociales.

Las redes sociales pueden influir mucho en la relación de una persona con la comida y en su miedo a engordar. Muchos usuarios de las redes sociales publican sus cuerpos en forma, sus elecciones alimentarias y sus regímenes de ejercicio. Para las personas que luchan contra un trastorno alimentario, el flujo constante de publicaciones sobre el cuerpo y la alimentación puede provocar niveles elevados de estrés y ansiedad en torno a la "imagen corporal perfecta".

Comprender el enorme papel que pueden desempeñar las redes sociales en el desarrollo y la influencia de los trastornos alimentarios puede ayudarle a usted o a un ser querido a buscar un tratamiento eficaz.

Redes sociales

 

Causas de los trastornos alimentarios

Los trastornos alimentarios están causados por multitud de factores que influyen en una persona para que adopte hábitos alimentarios destructivos. Estos factores incluyen componentes biológicos, psicológicos y ambientales que aumentan la probabilidad de que a una persona se le diagnostique un trastorno alimentario.

Para las personas que padecen anorexia, bulimia o trastorno por atracón, las obsesiones por la propia imagen y los sentimientos de vergüenza por la comida consumen sus pensamientos y acciones diarias. Las personas se consumen contando calorías, purgándose después de un episodio de atracón, haciendo ejercicio en exceso o dándose atracones hasta sentirse incómodamente llenas. Las personas con problemas pueden estar estresadas por las exigencias de su trabajo, las expectativas de su familia y las presiones de sus compañeros.

A la multitud de factores de estrés ambiental que ya influyen en los hábitos alimentarios desordenados, se han añadido ahora las redes sociales. Ahora más que nunca, dado que las redes sociales son utilizadas por personas de todas las edades y procedencias, han empezado a desempeñar un papel más importante en la influencia y el desarrollo de los trastornos alimentarios.

 

El efecto de las redes sociales en los trastornos alimentarios

Aunque las redes sociales en sí no son la única causa de un trastorno alimentario, han impulsado a las personas a adoptar patrones alimentarios desordenados. Según la investigación, "los medios de comunicación son un factor de riesgo causal para el desarrollo de trastornos alimentarios" y tienen una fuerte influencia en la insatisfacción corporal de una persona, en sus patrones alimentarios y en su pobre autoconcepto". Las personas empiezan a compararse constantemente con modelos delgadas, con sus iguales y con usuarios famosos de las redes sociales, y empiezan a sentirse inadecuadas con su propia imagen de sí mismas.

Con el aumento del uso de las redes sociales entre iguales, cada vez es más difícil evitar la constante presión de grupo en torno al "tipo de cuerpo ideal". La presencia de las redes sociales en la vida cotidiana es tan grande que ahora los individuos se preocupan por las opiniones de personas que nunca antes habían conocido. Los que avergüenzan del cuerpo utilizan las redes sociales como plataforma para hablar negativamente de la imagen de alguien y esto afecta mucho al bienestar emocional de las personas que ya luchan con su relación con la comida.

 

Ciberacoso

La plataforma de las redes sociales también ha facilitado que el acoso se infiltre en la vida cotidiana de una persona, más allá de los parámetros de la jornada escolar. Según la Asociación Nacional de Trastornos Alimentarios "hasta 65% de las personas con trastornos alimentarios dicen que el acoso contribuyó a su condición". La obsesión por la autoimagen y por encajar en las expectativas de los compañeros y de la sociedad en el mundo de las redes sociales también ha abierto la puerta a que la vergüenza corporal y el acoso se produzcan con mayor frecuencia.

El acoso influye enormemente en el autoconcepto y el comportamiento de los jóvenes. Por ejemplo, las personas que sufren acoso suelen mostrar signos de saltarse comidas con más frecuencia o darse atracones para sobrellevar el dolor[1] Los distintos tipos de canales de las redes sociales han hecho que cada vez sea más difícil escapar de los factores estresantes que hacen que los jóvenes se sientan indignos e inadecuados. Es hora de iniciar la conversación sobre las redes sociales y utilizarlas como herramienta de empoderamiento en lugar de desaliento y vergüenza.

Informarse sobre los efectos que pueden tener las redes sociales en todas las edades puede ayudarle a usted o a un ser querido a iniciar la conversación y a tomar medidas contra la negatividad en las redes sociales.

Utilizar las redes sociales para empoderar

Las siguientes son formas útiles de escapar de los efectos negativos de las redes sociales y utilizarlas como herramienta de autocapacitación.

1. Desenchufa. Sal a la calle, llama a un amigo o practica la meditación. Haga lo que haga, asegúrese de dejar el teléfono o el ordenador a un lado. Realiza actividades que te permitan liberarte del mundo digital. Desconéctate de tus cuentas, desactívalas o guárdalas cuando atravieses un momento de dificultad o estrés. En su lugar, haz algo agradable con amigos y familiares que te apoyen, y entonces te olvidarás de que el mundo digital ha existido.

2. Dejar de seguir. Si sigues a personas obsesionadas con publicar sus regímenes de comida, imagen y ejercicio, deja de seguirlas y sé libre. Bloquea a los usuarios antipáticos de las redes sociales y a los que avergüenzan de su cuerpo y utiliza el mundo digital sólo para celebrar fiestas con amigos y familiares. Escapa de las constantes imágenes de modelos delgadas y modas dietéticas dejando de seguir esas cuentas. Sólo debes seguir las cuentas que sean inspiradoras y motivadoras y que te animen a quererte y respetarte por lo que eres.

3. Relájate. Vive el momento presente y libérate del estrés causado por el mundo digital. Guarda el teléfono y adopta conductas de alimentación consciente. Concéntrate en la comida y en los seres queridos que te rodean durante las comidas. Sustituye el tiempo que pasas en las redes sociales por técnicas de atención plena como el yoga, la meditación o la cocina saludable. Cuando te relajes de los acontecimientos del día sin estar siempre pendiente de las redes sociales, podrás estar presente en el momento.

Utiliza las redes sociales como plataforma de autoafirmación. Rodéate de amigos y familiares que te apoyen en tu mundo digital y no tengas miedo de celebrar quién eres. Descubrirás que si desconectas de vez en cuando y dejas de lado los factores estresantes de las redes sociales, te convertirás en una persona mucho más feliz y sana.

Si tú o un ser querido sufrís vergüenza corporal, buscad ayuda y denunciad al usuario. No solo te ayudarás a ti mismo a recuperarte de tu trastorno alimentario, sino que ganarás la confianza necesaria para volver a llevar una vida sana.

Iniciar el proceso de curación

Comenzar el proceso de curación es esencial para las personas que luchan contra un trastorno alimentario. La única forma de vencer a los trolls online es tomar las riendas de tu cuenta online y no permitir que la gente te haga sentir inferior o indigno a ti o a alguien a quien quieres. Para ayudar a establecer la atención plena y la confianza en uno mismo, buscar tratamiento de un trastorno alimentario que se especializa en la atención integral de la persona te ayudará a adquirir la fuerza necesaria para luchar contra los que avergüenzan de tu cuerpo y vencer tu trastorno.

Los especialistas en recuperación de trastornos alimentarios son profesionales altamente capacitados que están equipados para ayudar a las personas a establecer técnicas autocalmantes, planes de comidas y mecanismos de afrontamiento personalizados aprendidos a través de métodos como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia dialéctico-conductual (TDC) para tratar mejor cualquier trastorno alimentario. Los especialistas empatizan con cada paciente y crean un plan de recuperación personalizado que se adapta a las necesidades de cada individuo. Haciendo hincapié en cultivar la autocompasión y alimentar la mente, el cuerpo y el espíritu con nutrientes saludables, las personas desarrollarán la resistencia necesaria para recuperarse completamente de su trastorno alimentario.

Si usted o alguien que le importa es un varón con un trastorno alimentario, no dude en buscar ayuda. Aunque pedir ayuda pueda parecer aterrador, es un primer paso importante para superar un trastorno que puede tratarse.  Póngase en contacto con nosotros hoy mismo y hable con total confidencialidad. 

 

Fuente: https://www.huffpost.com

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