AnorexiaTratamiento

¿Qué es la anorexia nerviosa?

En la cultura actual, muchos de nosotros nos preocupamos por engordar o desearíamos tener un aspecto diferente o poder arreglar algo de nosotros mismos. Eso es humano. Pero si la preocupación por la delgadez se ha apoderado de tus hábitos alimentarios, tus pensamientos y tu vida, es posible que padezcas un trastorno alimentario grave, la anorexia nerviosa.

La anorexia puede provocar una pérdida de peso poco saludable y, a menudo, peligrosa. De hecho, el deseo de perder peso puede llegar a ser más importante que cualquier otra cosa. Incluso puede perder la capacidad de verse a sí mismo tal y como es. Aunque es más frecuente entre las adolescentes, la anorexia puede afectar a mujeres y hombres de todas las edades y se caracteriza por el rechazo a mantener un peso corporal saludable, un miedo intenso a engordar y una imagen corporal distorsionada.

Es posible que intente perder peso matándose de hambre, haciendo ejercicio en exceso o utilizando laxantes, vómitos u otros métodos para purgarse después de comer. Los pensamientos sobre la dieta, la comida y el cuerpo pueden ocupar la mayor parte del día, dejando poco tiempo para los amigos, la familia y otras actividades de las que solía disfrutar. La vida se convierte en una búsqueda incesante de la delgadez y la pérdida intensa de peso. Pero por muy delgada que estés, nunca es suficiente.

  • Tipo de restricción de la anorexia es aquella en la que la pérdida de peso se consigue restringiendo las calorías (siguiendo dietas drásticas, ayunando, haciendo ejercicio en exceso).
  • Tipo de purga de la anorexia es aquella en la que la pérdida de peso se consigue vomitando o utilizando laxantes y diuréticos.

El intenso temor a engordar o el disgusto por el aspecto del cuerpo pueden hacer que comer y la hora de la comida resulten muy estresantes. Y aun así, la comida y lo que puedes o no puedes comer es prácticamente en lo único que piensas. Pero por muy arraigado que parezca este patrón autodestructivo, hay esperanza. Con tratamiento, autoayuda y apoyo, puedes romper el control autodestructivo que la anorexia ejerce sobre ti, desarrollar una imagen corporal más realista y recuperar la salud y la confianza en ti misma.

¿Eres anoréxica?

  • ¿Te sientes gordo aunque la gente te diga que no lo estás?
  • ¿Le aterroriza ganar peso?
  • ¿Miente sobre cuánto come u oculta sus hábitos alimentarios a los demás?
  • ¿Sus amigos o familiares están preocupados por su pérdida de peso, sus hábitos alimentarios o su aspecto?
  • ¿Hace dieta, ejercicio compulsivo o se purga cuando se siente agobiado o mal consigo mismo?
  • ¿Te sientes poderoso o en control cuando no comes, haces ejercicio en exceso o te purgas?
  • ¿Basas tu autoestima en tu peso o en tu talla?

 

Signos y síntomas de la anorexia

Aunque las personas con anorexia suelen mostrar hábitos diferentes, una constante es que vivir con anorexia significa que estás constantemente ocultando esos hábitos. Esto puede hacer que al principio sea difícil para los amigos y la familia detectar las señales de advertencia. Cuando se enfrentan a ti, es posible que intentes explicar tus desórdenes alimenticios y disimular tus preocupaciones. Pero a medida que la anorexia progresa, las personas cercanas no podrán negar su instinto de que algo va mal, y tú tampoco deberías hacerlo. Si la alimentación y el peso controlan tu vida, no tienes que esperar a que los síntomas progresen o a que tu salud se deteriore peligrosamente para buscar ayuda.

 

Síntomas de comportamiento alimentario

Hacer dieta a pesar de estar delgado - Seguir una dieta muy restringida. Comer sólo ciertos alimentos bajos en calorías. Prohibición de alimentos "malos" como los hidratos de carbono y las grasas.

Obsesión por las calorías, los gramos de grasa y la nutrición - Leer las etiquetas de los alimentos, medir y pesar las raciones, llevar un diario de alimentos, leer libros de dietas.

Fingir comer o mentir sobre la comida - Esconder, jugar o tirar la comida para evitar comer. Poner excusas para no comer ("He comido mucho" o "No me encuentro bien del estómago").

Preocupación por la comida - Pensar constantemente en comida. Cocinar para otros, recopilar recetas, leer revistas de comida o hacer planes de comidas mientras comes muy poco.

Rituales alimentarios extraños o secretos - Negarse a comer con otras personas o en lugares públicos. Comer de forma rígida y ritual (por ejemplo, cortar los alimentos "justo así", masticar la comida y escupirla, utilizar un plato específico).

 

Síntomas de apariencia e imagen corporal

Dramática pérdida de peso - Pérdida de peso rápida y drástica sin causa médica.

Sentirse gordo a pesar de tener un peso inferior al normal - Puede sentirse con sobrepeso en general o simplemente "demasiado gordo" en determinadas zonas, como el estómago, las caderas o los muslos.

Fijación en la imagen corporal - Obsesión por el peso, la forma del cuerpo o la talla de ropa. Pesarse con frecuencia y preocuparse por las pequeñas fluctuaciones de peso.

Critica duramente la apariencia - Pasar mucho tiempo frente al espejo buscando defectos. Siempre hay algo que criticar. Nunca se está lo bastante delgado.

Negar que estás demasiado delgado - Puede negar que su bajo peso corporal sea un problema, mientras intenta disimularlo (beber mucha agua antes de pesarse, llevar ropa holgada o demasiado grande).

 

Síntomas de purga

Uso de píldoras dietéticas, laxantes o diuréticos - Abuso de diuréticos, supresores del apetito a base de hierbas, estimulantes recetados, jarabe de ipecacuana y otros fármacos para perder peso.

Vómitos después de comer - Desaparece con frecuencia después de las comidas o de ir al baño. Puede dejar correr el agua para disimular los sonidos del vómito o reaparecer oliendo a enjuague bucal o caramelos de menta.

Ejercicio compulsivo - Seguir un régimen estricto de ejercicios para quemar calorías. Hacer ejercicio a pesar de las lesiones, las enfermedades y el mal tiempo. Hacer más ejercicio después de un atracón o de comer algo "malo".

 

Causas y efectos de la anorexia

No existen respuestas sencillas a las causas de la anorexia. La anorexia es un trastorno complejo que surge de una combinación de muchos factores sociales, emocionales y biológicos. Aunque la idealización de la delgadez en nuestra cultura desempeña un papel importante, hay muchos otros factores que contribuyen a ella, entre ellos:

  • Insatisfacción corporal
  • Dietas estrictas
  • Baja autoestima
  • Dificultades emocionales
  • Perfeccionismo
  • Relaciones familiares conflictivas
  • Antecedentes de abusos físicos o sexuales
  • Otras experiencias traumáticas
  • Antecedentes familiares de trastornos alimentarios

 

Efectos de la anorexia

Aunque las causas de la anorexia son inciertas, los efectos físicos están claros. Cuando el cuerpo no obtiene el combustible que necesita para funcionar con normalidad, entra en modo de inanición y se ralentiza para conservar energía. Básicamente, el cuerpo empieza a autoconsumirse. Si la inanición continúa y se pierde más grasa corporal, se acumulan las complicaciones médicas y el cuerpo y la mente pagan el precio.

Fuente: Centro Nacional de Información sobre la Salud de la Mujer

 

Obtener ayuda

Decidir buscar ayuda para la anorexia no es una elección fácil. No es raro sentir que la anorexia es parte de tu identidad, o incluso tu "amiga". Es posible que pienses que la anorexia te domina tanto que nunca podrás superarla. Sin embargo, aunque el cambio es difícil es posible.

Admite que tienes un problema. Hasta ahora, te has aferrado a la idea de que la vida mejorará -que por fin te sentirás bien- si pierdes más peso. El primer paso en la recuperación de la anorexia es admitir que tu búsqueda incesante de la delgadez está fuera de tu control y reconocer el daño físico y emocional que has sufrido por ello.

Habla con alguien. Puede ser difícil hablar de lo que estás pasando, sobre todo si has mantenido tu anorexia en secreto durante mucho tiempo. Puede que sientas vergüenza, ambivalencia o miedo. Pero es importante que sepas que no estás sola. Busca un buen oyente, alguien que te apoye mientras intentas curarte.

Aléjate de las personas, los lugares y las actividades que desencadenan tu obsesión por la delgadez. Puede que tengas que evitar mirar revistas de moda o de fitness, pasar menos tiempo con amigos que hacen dieta constantemente y hablan de perder peso, y mantenerte alejada de las páginas web de adelgazamiento y de las páginas "pro-ana" que promueven la anorexia.

Busca ayuda profesional. Los consejos y el apoyo de profesionales formados en trastornos alimentarios pueden ayudarle a recuperar la salud, aprender a comer de nuevo con normalidad y desarrollar actitudes más sanas hacia la comida y su cuerpo.

Tratamiento médico de la anorexia

La primera prioridad en el tratamiento de la anorexia es abordar y estabilizar cualquier problema de salud grave. La hospitalización puede ser necesaria si está peligrosamente desnutrido o tan angustiado que ya no quiere vivir. También puede ser necesario hospitalizarlo hasta que alcance un peso menos crítico.

 

Consejo de recuperación de la anorexia 1: Entienda que en realidad no se trata del peso ni de la comida

Los problemas relacionados con la comida y el peso son, en realidad, síntomas de un problema más profundo: depresión, ansiedad, soledad, inseguridad, presión por ser perfecto o sensación de estar fuera de control. Problemas que ninguna dieta o pérdida de peso puede curar.

Diferencia entre dieta y anorexia
Dieta sana Anorexia
Una dieta sana es un intento de controlar el peso. La anorexia es un intento de controlar tu vida y tus emociones.
Tu autoestima se basa en algo más que el peso y la imagen corporal. Tu autoestima se basa enteramente en cuánto pesas y lo delgada que estás.
Considera la pérdida de peso como una forma de mejorar su salud y su aspecto. Ve la pérdida de peso como una forma de alcanzar la felicidad.
Su objetivo es perder peso de forma saludable. Adelgazar es lo único que importa; la salud no es una preocupación.

Para superar la anorexia, primero tienes que entender que satisface una necesidad de tu vida. Por ejemplo, quizá te sientas impotente en muchos aspectos de tu vida, pero puedes controlar lo que comes. Decir "no" a la comida, dominar el hambre y controlar el número de la báscula puede hacerte sentir fuerte y con éxito, al menos durante un tiempo. Incluso puede llegar a disfrutar de sus punzadas de hambre como recordatorios de un "talento especial" que la mayoría de la gente no posee.

La anorexia también puede ser una forma de distraerse de las emociones difíciles. Cuando pasas la mayor parte del tiempo pensando en comida, dietas y pérdida de peso, no tienes que enfrentarte a otros problemas de tu vida ni lidiar con emociones complicadas. Restringir la comida puede proporcionar un adormecimiento emocional, anestesiándote de los sentimientos de ansiedad, tristeza o ira, quizás incluso sustituyendo esas emociones por una sensación de calma o seguridad.

Desgraciadamente, cualquier estímulo que consigas matándote de hambre o adelgazando dura muy poco y, en algún momento, dejará de funcionarte. Las dietas y la pérdida de peso no pueden reparar la imagen negativa de uno mismo que está en la base de la anorexia. La única manera de hacerlo es identificar la necesidad emocional que satisface la inanición y encontrar otras formas de satisfacerla.

"Me siento gorda"

Mientras que el peso suele permanecer constante a lo largo de, por ejemplo, una semana, la sensación de gordura puede fluctuar mucho. A menudo, sentirse gordo es un error de etiquetado de otras emociones, como la vergüenza, el aburrimiento, la frustración o la tristeza. En otras palabras, "me siento gordo" significa en realidad "me siento ansioso" o "me siento solo". Y es poco probable que esos sentimientos cambien nunca con una dieta.

 

Consejo 2: Aprende a tolerar tus sentimientos

Identificar los problemas subyacentes que impulsan el trastorno alimentario es el primer paso hacia la recuperación, pero la percepción por sí sola no es suficiente. Digamos, por ejemplo, que seguir normas alimentarias restrictivas te hace sentir segura y poderosa. Cuando elimines ese mecanismo de afrontamiento, te enfrentarás a los sentimientos de miedo e impotencia que la anorexia te ayudaba a evitar.

Reconectar con tus sentimientos puede ser extremadamente incómodo. Por eso puede que te sientas peor al principio de tu recuperación. Pero la respuesta no es volver a los hábitos alimentarios destructivos que antes utilizabas para distraerte, sino aprender a aceptar y tolerar todos tus sentimientos, incluso los negativos.

 

Utilizar la atención plena para afrontar emociones difíciles

Cuando empieces a sentirte abrumado por la negatividad, el malestar o la necesidad de restringir la comida, tómate un momento para dejar lo que estés haciendo e investigar lo que ocurre en tu interior.

Identifica la emoción que sientes. ¿Es culpa? ¿Vergüenza? ¿Desamparo? ¿Soledad? ¿Ansiedad? ¿Decepción? ¿Miedo? ¿Inseguridad?

Acepta la experiencia que estás viviendo. La evitación y la resistencia sólo refuerzan las emociones negativas. En lugar de eso, intenta aceptar lo que sientes sin juzgarte.

Profundiza. ¿Dónde sientes la emoción en tu cuerpo? ¿Qué tipo de pensamientos te pasan por la cabeza?

Distánciate. Date cuenta de que tú NO eres tus sentimientos. Las emociones son acontecimientos pasajeros, como las nubes que se mueven por el cielo. No definen quién eres.

Cuando aprendas a aceptar y tolerar tus sentimientos, ya no te parecerán tan aterradores. Te darás cuenta de que sigues teniendo el control y de que las emociones negativas son sólo temporales. Una vez que dejes de luchar contra ellas, pasarán rápidamente.

 

Nuevas formas de encontrar la plenitud emocional

Una vez que comprenda la relación entre sus emociones y sus patrones alimentarios desordenados -y pueda identificar sus desencadenantes-, deberá encontrar alternativas a las dietas a las que pueda recurrir para obtener satisfacción emocional. Por ejemplo:

Si estás deprimido o solo, Llame a alguien que siempre le haga sentir mejor, programe un rato con la familia o los amigos, vea un programa de humor o juegue con un perro o un gato.

Si tienes ansiedad, gasta tu energía nerviosa bailando al ritmo de tu música favorita, apretando una pelota antiestrés o dando un paseo a paso ligero o en bicicleta.

Si estás agotado, Date un capricho con una taza de té caliente, sal a pasear, date un baño o enciende unas velas aromáticas.

Si estás aburrido, Lee un buen libro, explora la naturaleza, visita un museo o dedícate a un pasatiempo que te guste (tocar la guitarra, tejer, lanzar a canasta, hacer álbumes de recortes, etc.).

 

Consejo 3: Desafiar las mentalidades perjudiciales

Las personas con anorexia suelen ser perfeccionistas y superdotadas. Son las hijas e hijos "buenos" que hacen lo que se les dice, intentan sobresalir en todo lo que hacen y se centran en agradar a los demás. Pero aunque parezca que lo tienen todo controlado, por dentro se sienten impotentes, inadecuados e inútiles.

Si te suena familiar, aquí tienes la buena noticia: estos sentimientos no reflejan la realidad. Están alimentados por formas de pensar irracionales y autosaboteadoras que puedes aprender a superar.

 

Mentalidades perjudiciales que alimentan la anorexia

Pensamiento de todo o nada. A través de esta lente duramente crítica, si no eres perfecto, eres un fracaso total. Te cuesta ver los matices de gris, al menos cuando se trata de ti mismo.

Razonamiento emocional. Crees que si te sientes de cierta manera, debe ser verdad. "Me siento gordo" significa "estoy gordo". "Me siento desesperanzado" significa que nunca mejorarás.

Lo que hay que hacer, lo que no hay que hacer y lo que sí hay que hacer. Te atienes a un conjunto rígido de normas ("No debo comer más de x número de calorías," "Tengo que sacar sobresalientes". "Debo tener siempre el control". etc.) y darte una paliza si los rompes.

Etiquetado. Te pones apodos basados en errores y defectos percibidos. "No estoy contenta con mi aspecto" se convierte en "soy repugnante". Un desliz se convierte en "soy un fracaso".

Catastrofismo. Te pones en el peor de los casos. Si recaes en la recuperación, por ejemplo, asumes que no hay esperanza de que mejores.

 

Pon tus ideas en el estrado

Una vez que identifiques los patrones de pensamientos destructivos a los que estás acostumbrado, puedes empezar a cuestionarlos con preguntas como las siguientes:

  • "¿Qué pruebas hay de que este pensamiento sea cierto? ¿No es cierto?"
  • "¿Qué le diría a un amigo que tuviera este pensamiento?".
  • "¿Hay otra forma de ver la situación o una explicación alternativa?".
  • "¿Cómo podría ver esta situación si no tuviera anorexia?".

Al reexaminar tus pensamientos negativos, puede que te sorprenda lo rápido que se desmoronan. En el proceso, desarrollarás una perspectiva más equilibrada.

 

Consejo 4: Desarrolle una relación más sana con la comida

Aunque la anorexia no tiene que ver fundamentalmente con la comida, con el tiempo has desarrollado hábitos alimentarios perjudiciales que pueden ser difíciles de romper. Desarrollar una relación más sana con la comida implica:

  • Recuperar un peso saludable
  • Empezar a comer más
  • Cambiar la forma de pensar sobre uno mismo y la comida

Olvídate de las normas alimentarias rígidas. Aunque seguir reglas rígidas puede ayudarte a sentir que tienes el control, es una ilusión temporal. La verdad es que esas normas te controlan a ti, no al revés. Para mejorar, tendrás que dejarte llevar. Es un gran cambio que te asustará al principio, pero cada día te resultará más fácil.

Vuelve a estar en contacto con tu cuerpo. Si padeces anorexia, has aprendido a ignorar las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo. Es posible que ya ni siquiera las reconozca. El objetivo es volver a estar en contacto con estas señales internas, para que puedas comer en función de tus necesidades fisiológicas.

Permítase comer de todo. En lugar de poner ciertos alimentos fuera de tus límites, come lo que quieras, pero presta atención a cómo te sientes físicamente después de comer diferentes alimentos. Lo ideal es que lo que comas te deje satisfecho y con energía.

Deshazte de tu báscula. En lugar de centrarte en el peso como medida de autoestima, céntrate en cómo te sientes. Haz de la salud y la vitalidad tu objetivo, no un número en la báscula.

Elabore un plan de comidas saludables. Si necesitas ganar peso, un nutricionista o dietista puede ayudarte a elaborar un plan de alimentación saludable que incluya suficientes calorías para que recuperes un peso normal. Aunque puedes hacerlo por tu cuenta, es probable que no sepas lo que es una comida normal o el tamaño de una ración.

Superar el miedo a engordar

Recuperar un peso normal no es tarea fácil. Probablemente, la idea de engordar te asuste enormemente y tengas la tentación de resistirte.

Pero este miedo es un síntoma de tu anorexia. Leer sobre la anorexia o hablar con otras personas que han vivido con ella puede ayudarte. También ayuda ser sincero sobre tus sentimientos y miedos. Cuanto mejor entiendan tu familia y tu equipo de tratamiento por lo que estás pasando, mejor apoyo recibirás.

 

Ayudar a alguien con anorexia

Aunque existen formas de ayudar a alguien con un trastorno alimentarior, no puedes obligar a la persona a mejorar. La anorexia puede distorsionar la forma de pensar de tu ser querido: sobre su cuerpo, sobre el mundo que le rodea e incluso sobre tus motivaciones para intentar ayudarle. Si a esto le añadimos la actitud defensiva y de negación que conlleva la anorexia, tendrás que andarte con pies de plomo. Difundir artículos sobre los terribles efectos de la anorexia o declarar "morirás si no comes" probablemente no funcione. Lo mejor es expresar con delicadeza tus preocupaciones y hacerle saber que estás dispuesto a escucharle. Si tu ser querido está dispuesto a hablar, escúchale sin juzgarle, por muy fuera de sí que parezca.

Piensa en ti mismo como un "forastero". Como persona que no padece anorexia, no hay mucho que pueda hacer para "resolver" el problema de su ser querido. En última instancia, son ellos los que deciden cuándo están preparados.

Anime a su ser querido a buscar ayuda. Cuanto más tiempo permanezca un trastorno alimentario sin diagnosticar ni tratar, más duro será para el organismo y más difícil resultará superarlo, así que inste a su ser querido a que acuda al médico lo antes posible.

Pida consejo a un profesional sanitario, aunque tu amigo o familiar no quiera. Y puedes traer a otros -desde compañeros a padres- al círculo de apoyo.

Ser un modelo para una alimentación sana, ejercicio físico e imagen corporal. No hagas comentarios negativos sobre tu cuerpo ni sobre el de los demás.

No actúes como la policía de la comida. Una persona con anorexia necesita compasión y apoyo, no una figura de autoridad de pie sobre la mesa con un contador de calorías.

Evita las amenazas, las tácticas intimidatorias, los arrebatos de ira y los menosprecios. Ten en cuenta que la anorexia suele ser un síntoma de angustia emocional extrema y se desarrolla a partir de un intento de gestionar el dolor emocional, el estrés y/o el odio hacia uno mismo. La comunicación negativa sólo empeorará la situación.

Lois Bridges es el único centro de Irlanda dedicado a la atención residencial y diurna exclusivamente para el tratamiento de la anorexia, la bulimia y los trastornos por atracón.

Si necesita asesoramiento para el tratamiento de su trastorno alimentario o el de un ser querido, estaremos encantados de recibir su llamada. Póngase en contacto con nosotros confidencialmente en el (01) 839 6147

Fuente: https://www.helpguide.org

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